Pasar por el óvalo Gutierrez cuando tenia esa ala gigante en el centro y tener que mirar a otro lado; caminar por el centro de Lima y mirar al piso para no ver ni con el rabillo del ojo el caballo de Pizarro (que resultó Cortez); entrar a las Iglesias despacito y mirar de a poquitos antes de dar cualquier paso, para no tener que darme de frente con una estatua o incluso un cuadro muy grande; pasar rapidito las páginas de los albumes de fotos donde la gente posaba frente a monumentos, en sus viajes… todo eso era normal para mí y había sido incorporado en mi vida diaria sin darle mayores vueltas o preocupaciones. Pero un día en el Jockey Plaza en salidita con un chico, una estúpida estatua de una vaca de tamaño natural, me hizo saltar, voltear la cabeza, bajar la mirada y que me escarapele ante mi sorprendido acompañante. Fue ahí, precisamente ahí, cuando entendí que mi miedo a las estatuas podia no ser comprensible para todos.
Nunca conocí a nadie con mi fobia y por tanto jamás la llamé fobia. Para mi, era un miedo completamente comprensible. Las estatuas son grandes, intimidantes, oscuras, le decía a una amiga que mostró interés por mi situación. “Sí, y tambien son de piedra y no se mueven”, me dijo ella sabiamente. Hasta ese dia, nunca lo había pensado. No se mueven, es cierto, pero eso también podia ser parte del porqué eran aterradoras. Y si de pronto…JUASH! ¿Pasa algo? Como el cocodrilo en el zoológico que descansa tranquilo, calmado…no hace nada….pero de pronto, si te caes al pozo….JUASH!! se mueve rapidito ¡y te come! ¿No? ¿Nadie lo ha pensado nunca?
Saber que las estatuas no se mueven no ayuda a la fobia, pues como sabemos todos, las fobias suelen ser irracionales. Nunca tuve ningún encuentro cercano del tercer tipo con una estatua, ni tampoco creí la explicación de alguna tía que decía que en una vida anterior, seguro morí aplastada por una estatua. Mi fobia simplemente existía y me parecía completamente lógica.
Claro que de lógica no tenía nada. Dependiendo del día, mi fobia podia llegar a extremos tan terribles como tener que cerrar los ojos durante alguna escena en una película donde saliera una estatua (Good Bye Lenin y la estatua de Lenin volando por la pantalla viene a mi memoria). Recuerdo también sentir como se erizaban todos los pelitos de mis brazos cuando me di cuenta de que esa forma gris en la esquina del poster que estaba viendo era la cabeza del David de Miguel Angel. En mis peores momentos sólo pensar en el David de Miguel Angel o en a estatua de Neptuno con su trinche hacía que se me escarapelara el cuerpo.
Mi enamorado en ese entonces, sicólogo él, seguidor de la corriente cognitive- conductual, sugirió un enfoque de “aproximaciones sucesivas” a mi miedo. Es decir, empezar con alguna estatua pequeña, acercarme a ella, incluso tocarla. El truco era identificar mi nivel de estrés en cada momento y tratar de controlarlo. Un día, hicimos un tour por palacio de gobierno y empecé mi terapia con una estatuita ridícula de un caballito en el salon rosado (que manía de tener estatuas de caballos, eh?) y todo bien, pensé. Había dado el primer paso. Salí a la calle, un poquitin estresada con el cuadro de Túpac Amaru que acababa de ver en la sala donde se hacen conferencias de prensa, pero nada muy terrible. A la salida, como todos sabe,n estaba la plaza Pizarro y como he mencionado antes… el caballo de Pizarro casi me produce una hemiplegia. Verlo de lejos y mirar al suelo, fue instantáneo. Mi papa, que nada entendía de estos miedos locos en una joven de 22 añazos, me dice: «Pero miralo, ¿qué te va a hacer?» Con mi sicólogo/enamorado al costado, me armé de valor y empecé a levantar la vista, el suelo primero, el bloque de concreto sobre el que se sostenía Pizarro, la pata del caba…..alto, esto es tortura, no pude. Mis ojos se cerraron automáticamente y no tuve control sobre ellos. Con los ojos cerrados y guiada por alguien que ahora no recuerdo quien fue, crucé la calle hasta no tener ni a Pizarro ni a su caballo a la vista.
¿Cómo fue que este miedo espantoso, de pronto, un buen dia, desapareció? ¿Cómo fue que estaba yo frente a la Fuente de la Cibeles en Madrid tomádole foto y haciéndole zoom? ¿Cómo era que yo, que hasta ese entonces tenía que acercarme a un monumento de espaldas para poder tomarme una foto (cosa que estoy segura divirtió a más de uno que se ofreció a tomarme alguna foto en mis viajes) estuviera mirando la estatua enorme de Thomas Jefferson de casi seis metros en su monumento en Washignton DC?
A decir verdad, no lo sé. Sólo se que el último viaje en donde el miedo me paralizó y me llevó de frente al hotel sin querer pasear más por la ciudad en un estado de nervios espantoso, fue en Buenos Aires en abril del 2005, luego de intentar hacerme la valiente y ver el hall de las estatuas en el Museo de Arte.
Lo demás es silencio. No sé cómo ni donde ocurrió, ni por qué, pero mi miedo ya no está y si tuviera que apostar, apostaría a que tuvo que ver con mudarme a estas tierras en donde por primera vez tuve que vivir sola y pues madurar un poco. Mi teoría es que las fobias tienen que ver con la madurez y con saber que no puedes quedarte paralizada porque no hay quien te rescate. Claro, ahora para mi es fácil decirlo, pero aún pienso en la sensación que me daba mirar, ojear, o siquiera pensar en una estatua y agradezco que mi fobia asi como vino se fue y que no tuve que lidiar con ella más.
Tampoco es que haga la valiente eh? Luego resulta que las fobias son como las alergias y no desaparecen sino mutan!!
Qué estrés.
GUAU que madurez!!! Felicitaciones!!! yo sigo teniendole miedo a las cosas muy grandes y sobretodo si tienen cara, ojos… me persiguen,
Es una fobia que tengo desde que mi abuelita nos llevaba a visitar la tumba de mi Bisabuelo en El Presbítero Maestro y mi hno. jugaba a asustarme!!! me fregó.
Vaya fobia… ¿no será que sólo le tienes fobia a estatuas sudamericanas? Tendrás que hacer la prueba. Y siempre quedará la duda de si no existe alguna estatua recóndita (en la China, Australia, algún Buda grande y gordo perdido en los Himalayas) que aún tenga algún poder sobre tu sique… en fin. Qué estreś, ¿no?
El Presbitero Maestro!!!! No, ahi si no voy ni loca. Ahi se me acaba la madurez, la calma, la respiracion y todo!!
Pasu. Que juerte.
Artopal,
No, no es solo a las estatuas sudamericanas, porque la primera vez que vi el monumento de Jefferson solo pude mirar al piso, tomarme la foto y salir en una!
Bastante rara esa fobia, no habran tus papis mandado a un shaman a exorcisarte y tu ni cuenta?.
O de pronto tenias fobia al Peru y se te paso una vez k te fuiste.
O fue en realidad que maduraste como dices.
Jajajaja Amazilia. GRacias por comentar. Pero no, repito, al fobia no era solo a estatuas del Peru, era por to’os lados!
yo tb sufro de eso …
Musa!
No te creo!! Fobia a las estatuas!? pobre…
y como asi? cuenta!
Melena, eres alucinante.
Sin embargo, un secreto que los psicólogos y demás psi no comparten es que 4 de 5 neuras, fobias entre ellas, se convierten en algo insignificante simplemente con el paso del tiempo. Si los pacientes lo supieran habría una estampida.
However, mala suerte si te toca ser el 5 de los 5, ahí si te conviertes en un loquito cada vez más lleno de tics y manías, tipo Jack Nicholson en Mejor Imposible. Ahora, pasados los años todos tenemos manías idiotas, pero a casi nadie le impiden vivir.
Saludos,
HOLA:
TU FOBIA ES NADA MENOS QUE UN SÍNDROME (EL DE STENDHAL),A MÍ ME PASÓ EN PARÍS, EN EL LOUVRE,Y LUEGO EN OTROS PALACETES DE LA CULTURA.
MI RECOMENDACIÓN;ES ABANDONAR EL L.S.D,QUE NO SE HIZO PARA EMBUTIRSE EN MUSEOS.
BESOS.
Pues yo tambien le tengo fobia a las estatuas pero lo curioso es que mi fobia es selectiva solo he tenido ataques de panico con virgenes enormes sobre todo las de color blanco… bueno una vez visité el monte del tepeyac en mexico df donde hay una virgen de guadalupe enorme con una alegoría… fue la primera vez que hice un ataque de pánico… no podia verla de frente solo por la camara de video puesto que se ve peque;a desde alli, … otras estatuas no me dan miedo como caballos y héroes o bustos monumentos mas chicos… es extra;o…. en Trujillo pusieron una Sirena de 5 metros color blanca fue espantoso verla de reojo la primera vez… grite como bebé de kinder en su primer día, era algo más fuerte que yo, totalmente incontrolable…. fueron varios encuentros con tal mounstruosa imagen hasta que ya pude superarla y verla de frente…. También en Lima tienen una enorme Virgen por la Costa Verde se ve desde la av. brasil y gira… AHHHy Dios mio,,, esa si que no me atrevo a verla… no puedo superarlo, creo que nunca lo haré… la verdad no sé de donde viene el miedo… ni como comenzó, ni nada… pero sobre todo es con la imagen de la virgen o de los santos enormes, o sea de plano ver a la estatua de la libertad o esos budas creo que no podría sopotarlo mi corazoncito…. hasta tengo pesadilla de que me encuentro sola junto a muchas imagenes grandotas de virgenes, yo la verdad no le tengo cólera a la virgen, ni la odio ni nada.. no se ni porque me sucede esto, no puedo simplemente controlarlo ni calmarme… me pongo como no se imaginan, es exagerado, en serio….
Pobre Lissette!! Te comprendo perfectamente. Si tuviera una receta, te la pasaria, pero no es tan facil. Y dime, alguna vez te has ptomado con esos insensibles que no comprenden nuestro temor? Esos que te dice: duh! pero si es una estatua! no se mueve!
Da ganas de decirle: Tu no sabes nada!!! 😦
A todo esto, nos hemos mudado de casa. Ahora nos puedes leer en amigasdem.blog.terra.com.pe
Por favor sigue comentando y leyendonos! Gracias!